Para entender mejor la edición anterior y conocer a los ganadores de primera mano, hemos entrevistado a Asier Jiménez Rueda, un emprendedor del equipo Solid, estudiante de LEINN y que ha estado trabajando de primera mano con Kutxabank para llevar a cabo la solución al reto planteado.
– Defínete un poco: dónde has cursado los estudios hasta ahora (centros educativos,
En bachiller y universidad), ¿tienes hobbies o aficiones?
Desde joven tuve una pasión por el emprendimiento y mis aficiones estaban muy ligadas a las tecnologías.
Hice el bachillerato en Salesianos Deusto y a partir de entonces empecé en LEINN en Bilbao, en Mondragon Unibertsitatea.
– ¿Por qué eligió el grado LEINN? ¿Y por qué Mondragón Unibertsitea?
Desde que conocí a LEINN tuve claro que esto era lo que quería hacer. El factor más importante era el desarrollo personal que este curso iba a producir en mí. Además, soy un apasionado del viaje y una constante curiosa.
– ¿Cómo valoraría la experiencia vivida en el LEINN?
En una palabra, una experiencia única. En LEINN trabajamos en breve e intenso tiempo diferentes áreas cotidianas de la vida. Eso hace que su evolución sea aún más dura.
Nos desarrollamos en habilidades como el trabajo en equipo, la adaptación a nuevos entornos, la resiliencia y el conocimiento personal.
Personalmente salgo conociéndome a mí mismo y profesionalmente salgo como un cohete. Una experiencia intensa e irrepetible que sin duda recomendaría.
– Cómo definirías el aprendizaje que recibes en la Facultad de Empresariales ¿Metodología? ¿Qué destacaría?
La metodología es muy diferente a la de los estudios tradicionales. Es totalmente práctico, en el trabajo en equipo y en el trabajo en autoliderazgo. Las metodologías Learning by doing, Design thinking, aparecen constantemente en nuestro día a día. Es todo un proceso en el que los tres aspectos a evaluar son el individual, el equipo y la empresa.
– ¿Qué es lo que más le gusta de la universidad?
Personas de mi equipo y mentores, con los que se crean relaciones basadas en la confianza.
– Desde el primer día crear una empresa en la universidad y desarrollar proyectos,
¿Se hace eso?
La esperienka es pura, al principio empezamos sin recursos económicos y empezamos a llevar a cabo ideas muy originales. Con el paso de las experiencias y los años, los proyectos, servicios y clientes con los que terminamos trabajando no tienen nada que ver. La esencia es siempre la misma, ser capaces de salir adelante en equipo y ofrecer propuestas válidas para todo el mundo
– ¿Qué tipo de proyectos han desarrollado a lo largo del grado LEINN?
Empezamos con el desarrollo de eventos, que seguimos manteniendo, y es un punto fuerte nuestro. También trabajamos en la transformación de las organizaciones desde el punto de vista de la innovación y las nuevas tecnologías. De nosotros han confiado, entre otros, Kutxabank, Euskaltel, Bilbao Dendak, Seat y Xplora.
– ¿Ha tenido o tendrá alguna experiencia extranjera? ¿Dónde? ¿Cómo han sido?
Sí, cada año hemos ido a otra cultura para conocer el ecosistema empresarial y desarrollar allí nuestros proyectos. El primer año fuimos a Finlandia, el segundo a Silicon Valley y Seattle y el tercero estuvimos en Corea del Sur durante 3 meses.
Todas ellas han sido experiencias únicas e irrepetibles, retos a los que todos nos hemos enfrentado.
En este último viaje fue el desarrollo más importante de la empresa, parece ser parte del proceso.
– ¿Qué hace ahora y sobre el futuro cuáles son sus aspiraciones?
Actualmente estoy centrado en las dos ramas. La primera, en la industria del gaming y en la aplicación de la tecnología blockchain para videojuegos. La segunda, ayudar a las instituciones a innovar y acercarse a los consumidores actuales y futuros.
Hoy en día estoy trabajando en un proyecto muy bonito y me hace mucha ilusión compartirlo. Estamos trabajando de la mano de Kutxabank, Ibermática y BBf Fintech. En esto, una startup como nosotros ayuda a implantar nuevas soluciones tecnológicas para conseguir nuevas vías de negocio y mejorar la experiencia de comercios y clientes.